¿Que quién soy?... Soy una casualidad. {Relaciones de AJ}

De Ellie, cabe destacar una obsesión grave hacía las botas 'convese' y en sí, cualquier cosa de de dicha marca. Todos los colores, formas y tamaños de dichas zapatillas habitan en su armario. Las adora.

Reservada, formal y escéptica con los temas que encuentra ilógicos, -sentimientos como el amor, entre otros-, es una chica que cuando está en confianza es bastante más dada a demostrar afecto, a ser más cariñosa y expresiva, además de que le cuesta menos opinar sobre los temas de importancia, generosa, activa y sonriente.

Aunque tiende a tomar las cosas por el más puro sentido literal, tiene una mente abierta. Intenta buscarle a todo la lógica, cosa que puede poner nervioso a más de uno, pues suele salir con preguntas existenciales.

Tiende a evadir la realidad cuando no le gusta lo que ve, y volverse infantil a un extremo preocupante. Inofensiva, siempre que esté de buen humor, es una persona medianamente agradable, pero que si la molestas, o te ignora o te la devuelve, según como esté. Le gustan las arañas, -cosa que no se puede decir que pase con todo el mundo-, pero tiene un miedo tremendo hacía las agujas, solo al perforarse las orejas para los pendientes cuando se le cerraron, le provocaron mareos durante los días siguientes.

Competitiva, pero siempre dentro de lo sano, tampoco intenta hacer trampas o se deprime si no gana. Si quieres ganarte su respeto, has de ganarla en algo, sea lo que sea, y el respeto no es algo que de con tanta facilidad como la confianza, no. Ni de cerca, el respeto se gana con acciones y reacciones, la confianza con palabras.

Humilde y servicial, siempre que necesites su ayuda estará allí, sin importarle cuán mal te puedas llevar con ella, -siempre que no sea un caso extremista, en el que le venza el orgullo-. Es entusiasta, espontánea, alegre y decidida, franca e impulsiva, pero con límites. Tiene un alto nivel de moral y de acatar las normas de la sociedad, aunque alguna vez haga algo que considere indebido. Distraída soñadora intuitiva, impaciente, temperamental.. Confía en todo el mundo y le da igual lo que le digan, por lo que suele llevarse bastantes chascos con la gente.

AMA a su familia por encima de todo y todos los parámetros y quiere lo mejor para ella, aunque a veces, llegue a sentirse algo fuera de esta.

Chantel… Menudo nombre, no? Así bautizaron a la pequeña Deveraux de la familia. Procedente de Mónaco, continente de Italia; de una familia con un nivel socio-económico medio, para que engañarnos. De padre empresario y madre ama de casa, los cuales están notablemente interesados en que la joven Chantel descubra los placeres de la vida; no sin antes “situarla” en el lugar que le correspondía. Según sus padres, Chantel y todos los de su nivel no tenían ni voz ni voto en las cuestiones importantes, y para dirigirse a cualquier persona con un nivel socio-económico por encima de ella; tendría que actuar como si de su sirvienta se tratara. Al principio, Chantel asentía con la cabeza, pues como cualquier ignorancia infantil, hacía lo que sus padres decían. Pero poco a poco pudo observar la situación en su casa: un caro divorcio que sus padres tapaban con una falsa mentira; una hermana mayor que se iba de casa, la soledad.
Comenzó la frialdad de la joven y su grandiosa observación. Gritos y mas gritos se producían en casa; haciendo que la actitud de la joven fuese cambiando por momentos. Chantel, fría, distante y la mejor manipuladora en la faz de la tierra. Sabía a quién podía manipular agradeciéndoselo a su observación. Por eso, optó por escaparse de casa; mudarse con su tía, la persona que mejor conocía y la cual la comprendía a la perfección.

Si seguimos con la personalidad de Chantel, cabe destacar que es rencorosa, muy rencorosa. Suele decirlo “Perdono pero no olvido”. Si tú le haces algo, creas en ella una especie de juego, en el cual ella NUNCA perderá; tenlo por seguro. Porque puede volverse en la persona más fría, más arisca y más desagradable en la faz de la tierra. No pretendas ser mejor que ella, no pretendas tacharla de tonta; y ni que ni se te pase por la cabeza jugar con ella. Pues ella creará una barrera entre ella misma y tu persona; te evitará pero a la vez te seguirá; jugará contigo un rato y luego te hundirá en tu propia miseria. Porque es capaz de manipularte con un chasquido de dedos, capaz de conseguir que tú te muevas por ella, que tú hagas lo que ella te diga. Porque sí, una imagen no vale más que mil palabras. Porque debajo de esa imagen de chica dulce, se esconde todo lo contrario.

Su tía, su tía fue la que le inculcó la pasión por el arte para sacarla un poco del mundo en el que vivía. Porque por culpa del comportamiento de sus padres, Chantel se introdujo en el tema del alcohol y las drogas; creando en ella por supuesto la adicción por el tabaco y llegar a pensar en la dependencia sobre el alcohol. Su tía, la cual se enteró de que habían abierto una Universidad en Manhattan; decidió pagarle un futuro al que ya estaba perdido en Chantel y la metió ahí; con la esperanza de que la joven cambiara su actitud y no lo pagara todo con todo el mundo.