# Back In Black

Se había levantado a las siete para su primera clase, a las ocho y cinco y no había ni desayunado. Había gastado el tiempo en otras cosas, solo había tomado un par de sorbos de un vaso de coca-cola. Porque si, era lo único que la despertaba. Y si, en ese momento el nivel de coca-cola en sangre rondaba el veinte por ciento de esta.

Para su suerte no tenía más que una clase sobre las doce, y podía irse a cambiar de ropa. No aguantaba el suéter negro que se había puesto ese día. Llegó a su habitación y se cambió. Hacía sol, por lo que hasta cambió sus converse por otros zapatos. Cosa poco común, puesto que las quería más que a su vida.

Su estomago rugió pidiendo alimento, así que no dudó ni un instante en ir hasta la cafetería. Cerraban a las once, por lo que aún tenía tiempo. Llegó hasta allí y se hizo un café. Bendito café, sin duda. Agarró una napolitana de chocolate y buscó con la mirada una mesa. Se encaminaba ya hasta ella cuando encontró con la mirada a su primo, siendo, como siempre, un borde. -Philippe, por favor..Más borde no podías nacer, ¿No?-Le preguntó con una ceja arqueada y una media sonrisa que fácilmente pasaba por una mueca. Al fin y al cabo, Philippe era su primo el “negociante” y debía ser un poco borde, para conseguir lo que quería, al menos, eso decía su padre para justificar el comportamiento del mayor de sus sobrinos.